Hierro en las plantas
El Hierro (Fe) es un micronutriente esencial, requerido por las plantas. Constituye aproximadamente el 5% en la corteza terrestre y se encuentra asociado con hematitas, sideritas y en combinaciones con materia orgánica6. El Fe es absorbido como Fe2+ o en cualquiera de sus formas si está quelatado, ya sea natural o artificialmente. Sin embargo existe una baja disponibilidad para ser utilizado por las raices debido a factores que limitan la presencia de este microelemento.
El Fe es limitado entre otros factores por el pH del suelo, estando más disponible en suelos con pH ácido (6.5) y menos disponible en suelos con pH alcalino (7.8). Por cada unidad de disminución de pH (entre 4-9), el Fe se reduce 1000 veces; mientras que para el Mn, Zn y Cu la disponibilidad se reduce en 100 veces3,6. Asimismo, la textura del suelo influye en la disponibilidad de este microelemento: suelos arcillosos presentan más Fe disponible, mientras que suelos arenosos presentan menos disponibilidad; la materia orgánica forma complejos orgánicos llamados quelatos, los que facilitan la disponibilidad del Fe para la planta. Del mismo modo, las temperaturas bajas del suelo limitan la disponibilidad de este elemento, cobrando mucha importancia en cultivos perennes como frutales (palto, citricos, vides, etc)6.
Se ha demostrado que la absorción del hierro sólo ocurre durante el crecimiento de las raíces4. Sin embargo esto se ve afectado por factores como un mal manejo de riego, ya que un exceso de humedad en el suelo disminuye la presencia de oxígeno, limitando así el crecimiento radicular y por consiguiente la absorción de Fe. Asímismo se incrementa el CO2, el cual genera la aparición de carbonatos (HCO3-) que restringen la absorción4. El proceso de absorción se inicia cuando la planta libera H+ por las raices lo que genera una reducción del pH en la rizósfera y facilita la solubilización del Fe3+, quelación y reducción a Fe2+. Finalmente, el hierro ferroso ingresa a las raices probablemente por un mecanismo de transportadores específicos3.
El Fe desempeña un importante papel estructural en varios sistemas enzimáticos donde la hemina funciona como grupo prostético. Entre ellos figuran las catalasas, peroxidasas y varios citocromos6,9. Estos permiten el mecanismo respiratorio de las células. Otras enzimas como la ferredoxina son importantes en las reacciones de óxido-reducción en la planta (reducción de nitrito y sulfato). El Hierro no forma parte de la clorofila pero es indispensable para su biosíntesis (al suministrar Fe a las plantas se observa una buena correlación entre Hierro y contenido de clorofila9). Además, este micronutriente es un catalizador enzimático de varias reacciones bioquímicas6.
El Fe es un elemento muy poco móvil dentro de la planta, por lo que los síntomas de deficiencia aparecen primero en las hojas jóvenes en la parte superior de la planta2. En estas hojas la deficiencia se manifiesta como una clorosis (color verde pálido) mientras que las nervaduras permancen verdes, observando un agudo contraste. En deficiencias severas, se observa esta clorosis en toda la planta como un color amarillento o blanquecino2 que puede estar acompañado de necrosis marginal tanto en hojas jóvenes como adultas. La clorosis ocurre porque el Fe es necesario para la síntesis de clorofila, la cual es responsable del color verde de las hojas. Su deficiencia no llega a afectar el tamaño de las hojas4. Una deficiencia leve y moderada afecta la producción y calidad; una deficiencia severa conduce a la muerte a la planta4. No es común la toxicidad por exceso de este elemento, a excepción del cultivo de arroz6.
De acuerdo a los analisis foliares, existen valores adecuados de Fe que se tendría que tener presente para evitar problemas de déficit en el cultivo. En arándano el nivel adecuado de Fe es de 60 – 120 mg/kg5, en Palto (Var. Hass y Fuerte) es de 50 – 200 ppm7y8, en Tomate 141 – 250 ppm7y8, y en Vid los valores adecuados de Fe están entre 40 – 100 ppm1. Las aplicaciones vía foliar son una buena alternativa para mejorar la nutrición de la planta. Si es vía fertirrigación, se tiene que tener en cuenta que en suelos de pH mayores a 7,8 se recomienda aplicar hierro quelatado, del tipo EDDHA-Fe, mientras que en suelos de pH menores a 7,8 se debe usar del tipo EDTA-Fe o DTPA-Fe6. Un correcto uso de los nutrientes depende del conocimiento de cada uno de ellos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Gaspar, L. Fertilización del cultivo de la Vid. Agroestrategias consultores.
- Conozca la deficiencia de Hierro. International Plant Nutritiun Institute. ipni.net
- La clorosis férrica en los cultivos. Instituto para la Innovación Tecnológica en la Agricultura. Mexico.
- Ferreyra R. y Ruiz, R. 2008. Clorosis férrica del Palto y manejo de riego. INIA Tierra Adentro. INIA La Platina – INIA La Cruz. Chile.
- Hirzel, J. Fertilización de Arándano. INIA Quilamapu. Chile.
- Sierra, C. 2017. Una relación intensa: El Hierro, el suelo y la planta. Diario El Mercurio, Santiago de Chile. Chile.
- Sierra, C. 2003. Fertilización de cultivos y frutales en la zona norte. INIA, Ministerio de agricultura de Chile.
- Sierra, C. 1998. Fertilización del Palto. INIA Intihuasi.
- Nutrición y Fisiología Vegetal. Programa de capacitación continua. 2016